Función Masticatoria y Digestión

Una buena digestión empieza con la correcta masticación de los alimentos que ingerimos. Este es el primer paso para que la comida llegue al estómago preparada para la digestión.

La masticación constituye el punto de partida del proceso digestivo, y siendo esta eficiente, se puede definir como un acto esencial para la supervivencia del género humano, señalando a los dientes como elemento decisivo en dicho proceso, ya que entre otras funciones destaca la de preparar el bolo alimenticio.

Por otra parte la masticación desempeña un rol importante en el mantenimiento de una buena motilidad del tracto digestivo, debido al aumento en el movimiento fisiológico gástrico.

Es importante la función masticatoria dentro del proceso digestivo, y el papel que desempeñan los dientes en éste, ya que de este modo se puede conseguir una mejora en la calidad de vida de los pacientes afectados.

Consecuencias de una masticación deficitaria.

Una masticación incompleta y demasiado rápida puede contribuir a la ganancia de peso, estreñimiento, gases, reflujo gastroesofágico, desvío de la comida a las vías respiratorias, colon irritable, hipo, y otros problemas digestivos.

Una ausencia de masticación eficaz puede desencadenar problemas de salud en el individuo. Existen estudios que demuestran que una vez corregida y regulada la función de masticar, el paciente ha recuperado la salud.

A continuación expongo 3 razones para confirmar que una masticación defectuosa puede dificultar el proceso de la digestión:

1. Una masticación incompleta disminuye el sabor de los alimentos, cuando esta es un factor que aumenta el flujo de la saliva y por ende la formación de un bolo alimenticio que posee excelente calidad para ser digerido.

2. Las enzimas del tubo digestivo no ejerzan por completo su influencia y acción en los trozos grandes de alimentos.

3. Las partículas grandes de alimentos se retienen por más tiempo en el estómago, produciendo fermentaciones y gases.

Problemas de masticación.

Algunas personas que padecen enfermedades degenerativas, como Alzheimer o Parkinson, tienen dificultades para masticar. También suelen tener este problema quienes llevan prótesis dentales, afectando de este modo a las personas mayores.

Las personas de la tercera edad sufren cambios fisiológicos degenerativos en todos los sistemas del organismo, y en especial en el sistema digestivo, fundamentalmente por la pérdida de los dientes, reducción y distribución de los corpúsculos del gusto, las glándulas salivales las cuales reducen su capacidad de secreción, todo esto conlleva a un déficit masticatorio que se asocia a una alteración en la motilidad intestinal, dando lugar a posibles trastornos digestivos.

Las personas con una pobre capacidad para triturar sus alimentos compensan la fuerza y habilidad perdida para masticar adaptando sus comidas a la situación. Lo primero que sucede es un desajuste en la dieta, siendo esta desequilibrada, seguido de un disminución en la biodisponibilidad de los nutrientes ingeridos.

A continuación detallo algunos consejos para la preparación de platos adaptados a personas con déficit en la masticación y también para hacerlos más agradables y apetecibles:

o Carne. Utilizar carne picada como relleno de croquetas, pimientos, empanadas, verduras, etc.

o Verduras y frutas. Es mejor tomarlas en puré, hervidas, al vapor, papillote o en el caso de la fruta, como zumo o batido.

o Quesos. Elegir los de textura blanda: tiernos, fresco, para untar, mozzarella, etc.

o Pan. Es mejor optar por el pan fresco blando o en su defecto de molde, pero nunca como opción el pan tostado

Ventajas de una correcta masticación.

Los nutrientes de los alimentos bien masticados se digieren, se asimilan y se liberan de una forma más rápida. Al mismo tiempo, la mayor permanencia de la comida en la boca hace que su sabor sea reconocido por los receptores de la lengua, que envían señales al cerebro y éste, a su vez, avisa al sistema digestivo para que libere jugos gástricos.

Al masticar correctamente, los alimentos permanecen durante un mayor periodo de tiempo en la boca donde la saliva hace de lubricante a los alimentos para facilitar la deglución de los mismos y el transporte de la boca hasta el estómago; además evita que los alimentos nos agredan o irriten las vías digestivas.

Bibliografía:

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